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Por diseñar castillos sin almenas perdí, otra vez, las llaves de mi casa.

viernes, 20 de agosto de 2010

Al borde del perdón

-Nunca te dije que fuera fácil. Nada en la adolescencia, según mi madre lo es.
A falta de réplica, volvió la cabeza para averiguar si su acompañante había dado marcha atrás..pero no, seguía allí, pálido, mudo, ido..
-¿No te vas a atrever? Lo hemos hablado mucho, no quedan palabras ya, esto acabará con los reproches.
-Calla...
-Yo lo voy a hacer, como siempre, seré más fuerte, más valiente que tú...más...
-Calla...
-Ven, dame la mano, hagámoslo juntos, será más fácil para alguien tan débil como tú.
Él le cedió la mano. Ella la apretó, intentando transmitirle fuerzas, intentando decirle con ese fuerte contacto que estaba allí, que estaban juntos.
-Tú...me quieres,¿verdad?..Me has..perdonado,¿verdad?
-Calla...dijo ahora ella.
-Si esa es tu respuesta, pensaré que ni me quieres, ni me perdonaste.
Ahora no hubo réplica por su parte, con una rapidez pasmosa, soltó su mano, se colocó a sus espaldas...y le empujó.
Ni siquiera se le oyó gritar, ni siquiera esperó a oír el golpe, seco o no. Serenamente, se dio la vuelta y deshizo sola el camino que ambos hicieron hasta allí.
"Sí, te quiero, (pensó) pero no podría perdonarte. Ya nunca querrás a nadie más que a mi."

miércoles, 18 de agosto de 2010

El chico de ayer

 Se dejaba llevar...y se fue...
 Decrépito, con pocas esperanzas, con vagas ilusiones, con muchas alusiones, con ansiedad..como los poetas de antaño.
 No dejó sus tesoros en forma de palabras hechas música. Parecía venir de un lugar perdido, encerrado en su desordenada habitación, llena de papel, buscando a la chica de ayer o esperando nada.
 No encontró el elixir de juventud, pero será eterno en su océano de sol, buscando, siempre buscando un hogar en cualquier sitio a trabajos forzados, a medio camino llegó a la última montaña por caminos infinitos.
 Un día dijo...No me iré mañana...pero se fue...en una décima de segundo.
 Cuando llegue la hora del crepúsculo, cada sombra en la pared mostrará la figura de tu ángel caído.
 Tu vida fue una lucha de gigantes, hoy, seguro ya estás en el sitio de tu recreo...
 Siempre sentí...tu fragilidad...