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Por diseñar castillos sin almenas perdí, otra vez, las llaves de mi casa.

martes, 10 de enero de 2012

Y el hilo parece roto..
el hilo invisible,
el hilo que unía todas las palabras,
el que acortaba distancias,
el que sonaba a canción de Julio De La Rosa
(solo que en vez de martes eran jueves),
el hilo que cosía páginas
(en libros y libretas)
el que enredaba y hasta a veces...
ahogaba..

Y ya no sé si lo que me pasa es que tengo el umbral del dolor muy alto...o el orgullo permanentemente encendido..

Y así, de repente,
el hilo quedó tan corto
que no había modo de enhebrarlo en la aguja..
y la aguja dejó de tener su utilidad...
(que ahora sé que si te pinchas..
no siempre sangras)

Hilo inútil,
aguja que pretende herir..

Así, de repente..
los últimos lazos..se deshilacharon..
(no hubo gritos ni sonidos onomatopéyicos)

lunes, 9 de enero de 2012

Nadie llama a mi puerta,
nadie viene a golpearme,
a maldecirme,
a quererme,
a odiarme,
a llorar en mi mano,
nadie se averguenza si grito,
si reniego de Dios,
y ya, sin nombre,
me vuelvo hacia la puerta,
de par en par bloqueada.
Nadie comparte mi destino,
nadie se compromete con mi estado.
Afuera hay una luz,
una ventana abierta.
Mi puerta, su bloqueo,
su dureza es mi destino,
asusta este silencio
del que nadie me salva.

La próxima estación... también era mentira.